Con cara de conejo.

(Conejo disecado y humillado. Foto: Rafa)

CON CARA DE CONEJO

Última ronda y la banca gana.

Te esperaré tranquilo en tus sueños

tras la última puerta una vez subido el último escalón, 

justo antes del alba.

Ahora soy yo quien tiene la baraja en la mano,

y pienso repartir un naipe

por cada centímetro de tu piel desollado 

hasta tener mis manos vacías.

Mirarás mi cara de conejo

cuando abra tus entrañas

y comience a especiarte con borax

como quien unta con pimentón las costillas de cerdo. 

Arrancaré tu piel.

Arrancaré tu piel en simétricas tiras

cuando esta esté seca, colocándolas

cuidadosamente mientras tus ojos se asombran

con tan enigmática disposición simétrica,

pues los mantuve por desdén en sus cuevas de hueso.

Así, mientras despiertas relleno de lana de oveja merina,

podrás verme frente a ti,

y pensarás que no fue una buena idea

burlarse de un tipo

con cara de conejo.