lunes, 27 de febrero de 2012

MOTOSIERRA

MOTOSIERRA
Los juguetes olvidados 
parecen un nuevo tesoro encontrado en una caja llena de polvo y hollín.
Los abandoné hace media vida,
teniendo en cuenta que recién cumplí cuatro años.
Forzosa barbacoa en el jardín desierto
para quemar las malas hierbas que impiden la llegada al hogar.
Me sorprende ver mi nueva casa llena de telarañas
que blanquean sus rincones.
Trampas dejadas por las últimas pobladoras
de un cielo raso mal acabado.
Aparezco ante mis padres con una pala de plástico sucia y rota.
Con un maletín mariposa sin pilas
cuyas luces sonoras dejaron hace mucho de cantar y brillar.
(Media vida, ya lo dije).
Con un estuche de rotuladores secos.
Con un balón pinchado al que se le ven las tripas.
Con un tronco quemado.
Nada.
Juguetes. Sólo son juguetes.
Los juguetes en manos de un niño 
no llaman la atención.
No surge efecto.
Mejor cojo la motosierra de mi padre.
Pesa.
Pero esta vez se han fijado en mi.
¿Tan retorcido hay que ser
para que sepan que existes?
Dejaré los juguetes
para cuando sea mayor.

martes, 21 de febrero de 2012

Cinco versos, se acabó.













CINCO VERSOS, SE ACABÓ

Una pera de madera
Un zapato puesto al sol
Un gigante cabizbajo
Un pollo en un almohadón.

Dos hormigas con sus cascos
Dos varetas de reloj
Dos monedas de cobalto
Dos flautas hechas de boj.

Tres mangas para un chaleco
Tres lunares en tu cuello
Tres monos pueblan la luna
Tres nanas para una cuna.

Cuatro espigas de centeno
Cuatro dueños sin señor
Cuatro patas de camello
Cuatro días cuatro son.

Cinco puntos en un dado
Cinco dedos al piano
Cinco letras necesarias
Cinco huellas en el barro
Cinco versos, se acabó.

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado 11 de febrero: Montería

MONTERÍA


vienen
con sus flamantes sangyonnes negros a joderme la mañana nada más despuntar el alba,
a invadir las calles de mi pueblo disfrazados de militares con sus caras rojas e hinchadas,
a imponer su bucólico estado de sitio en mi rincón de paz.
escucho los ladridos enloquecedores de sus podencos extasiados por la falta de aire,
jauría patiatada,
¿acaso voy yo a matar las palomas de muñones enquistados de sus parques?
¿persigo a los estorninos acompañado de un batallón de deficientes armados?
¿me paseo con una beretta con mi apellido grabado en la culata por sus calles?
pues con qué derecho tú, cazador, andas armado por la puerta de mi casa
un sábado a las siete de la mañana.
vete a tu parcela y da de comer mierda a tus amigos
mientras disparáis con una carabina de plomos a vuestras cervezas compradas en el LIDL.
deja en paz los montes
y monta tu estado de sitio en tu ciudad. dispara a los maniquís de los shoppings. 

miércoles, 8 de febrero de 2012



ITALO (Poema rápido y ajeno)

El Barón Rampante dormita
en un inexistente sueño demediado.
¿Dónde coño te has metido Calvino?
Te buscaré por el sendero de los niños araña
Que lleva a la ínsula invisible
Donde no existe la especulación inmobiliaria.
Te secuestraré de tu noche de invierno
A orillas del Pó,
Para que veas en qué nos hemos convertido.
Atravesaremos el puente levadizo
Bajo el sol jaguar
Para invadir hormigueros ingentes
con palomas grises
de las Antillas.
Corre, la ciudad te espera,
Y el pueblo también.

miércoles, 1 de febrero de 2012

En manos de necios - Oda al maestro idiota

       

            En manos de necios -  Oda al maestro idiota       


los esclavos del ejercito de la instrucción no enseñan con la risa,
se pierde el ciclo del humor en libros de tedio y ferrocarril del oeste
el hombre-metalúrgico se esculpe a cinceladas de supuestos presupuestos


la ola de calor
invade de frío las aulas tricolor
y protege al ecuestre entarimado
de las hordas de la risa


temblor de labios ante el miedo
temblor de suelos en la inmovilidad
temblor de piernas por la ausencia de peso


se niega tres veces para afirmar rotundamente
el egoísmo de la presencia incuestionable
y el todoísmo inquebrantable 
del ciego sin ceguera


el necio reparte la palabra
como caramelos trampa
fingiendo no querer nada a cambio


y la risa sigue guardada en un baúl de titanio
amordazada bajo un monolito de leyes
por el bien de la falsa moneda
con la que se paga al que no vale nada.